…Soy el tomate
que mira las noches,
ojos ensangrentados
entre las naranjas.
Y esa tetera ya
llena de tila: ¡ sí
para tranquilizarte !
O tardes limpiando
cristales del amanecer,
bajo cielos rojos
llenos de conchas.
Esa piedra jamón que
del río cojo en planta 4
habitación 231 lee.
Mil besos por dar
y una abeja vaga
tras verse sorprendida
caía péndulo del árbol.
Lunas huyendo con maletas
del espejo dentado
echo cabreado escobón.
Rama enrabiada de piel
dispensada por congojo
al quemarse rubís.
¡Tómame a tientas
y nótala yendo
lo mucho que me
dio ceñida a mí !
Posados mimos nacían
cuando buscáis el calor,
de manos hilando
cada segundo desconsoladas.
Ved ríos de escarcha
calientes de hielo,
al dorar la duna
pena en su desierto.
Tal vez por perderse
tal vez por amor,
tal vez tal vez por saber
que esta vez cita
duelos que duelen.
¡Y derraman barro
sintiendo la presencia !
Serpientes de papel
huyen como topos,
dejando al pasar
nieve en primavera.
Búhos bañándose
perdido el reloj
sonrojándose y sin hora,
ahora beben carcajadas
de te con limón.
Quieto el erizo
galanteó sombras,
agoraba ser caballito
gaviota suya allá.
Sinfonía orquestal
de tripas en batín
pillado el gorrión
enrollado tras gatear.
¡ Y yo de verla ví
mis pozos literarios !
Como colonia fresca
echada al cuello,
antes de acostarse.
¡ Cuajos de luminaria
ciegos con alegrías !
Polenes de néctar
Sé + moneda –
2 caras juntas,
que pulsos cazáis
ávidas de harapos,
siendo ella ámbar
lleno de seda.
¡ Semillar recobrado
vuelve al dar su
dicha en flor!
Mi halcón tentempié
y azúcar del sueño,
fugaz colibrí lis.
Es esta mañana tuya
revuelta de vueltas,
silabas del aire.
¡ Candela canela
incesa del tálamo
vivo el fonema
ya sentís conmigo !...
PINCELADA Nº 10 BRUEGHEL
olí sangre,
despierta callada
en su camisón.
Hablaba allí
con entusiasmo
del viaje,
que no pudo ir.
Los vestidos
por estrenar,
y –lloraba yo-
muchas más cosas.
Ya húmedos
hinojos de guirnaldas,
encima la percha.
Donde 1 botoncito
como 2 soles
alboroza de gozo,
pues mañana
cenicienta las 12.
Cómplice un beso
abrirá el ojal
- sigo llorando –
y sin que te des
apenas amor cuenta.
Soltará el imperdible
que la noche
albina dejó,
hecha trago terrible
asido a ti.
¡ Por tu corazón
siesta de nieve,
cantando contigo
el índice del ruiseñor !
- y dejando
de llorar,
le puse
con una cestita.
Nilo del mío
latiendo hollín
y bebé, fuí
solo por ella -…
VERSOS POEMA JOSE RAMON
PINTURA: BRUEGHEL