…Es mi
momento lila,
que leo
para irme
a dormir.
Y estoy triste,
- En el trabajo,
ellos jugaron
a coger el poder. –
pasan ruidos.
Mi mano
se llena
del pelo fijo,
que mueve
y no me conmueve.
La tengo herida
de un golpe,
contra la puerta.
- la madera ni se quejó
y mi palma un renegron –
He venido,
sin nadie conmigo.
Afuera, siguen pasando.
Y aquí, bebo
de los horrores.
Que tal vez,
mañana:
¡volveré cometer!...
Lo siento.
ResponderEliminarHay días en los que nos encontramos insatisfechos, posiblemente las circunstancias nos han superado.
Un abrazo y cuídate.
Casi simpre volvemos a tropezarnos con la misma piedra!!
ResponderEliminarSomos humanos!!
Arriba ese animo!
Que te encuentres bien..
Te dejo abrazos.
Tal vez mañana, pero aprendamos a resolver y vivir hoy.
ResponderEliminarun abrazo.
No es malo estar triste Jose Ramon, pero no me gustaría que lo estuvieras, sinceramente.
ResponderEliminarMe gustan muchos las lilas, te dejaré una en mi blog.
Este aparato es una máquina, los seres humanos nos olvidamos de que el contacto físico, un abrazo, una caricia ...; y otras pequeñas cosas son muy importante.
Te dedico la vida es bonita de Miguel bosé y Noa.
! Ánimos !
Estoy revisando tus blogs y los encuentro muy educativos y esta poesía me agrada en su construcción pero no me gusta la tristeza ni los reveses de la vida, pero las afronto con ímpetu.
ResponderEliminarHasta otra vez y no te hagas daño.
Leonor
Interesante poesia. El final me encanto:
ResponderEliminar"Afuera, siguen pasando.
Y aquí, bebo
de los horrores.
Que tal vez,
mañana:
¡volveré cometer!..."
Esta en la naturaleza del hombre...