Ego dijo...
Me dejaba arrastrar por los arranques
de amor que provocaba su hermosura,
acaso era feliz, acaso, aunque
fue todo por quererla con locura.
Y a ella le confié mis amarguras,
y la nombré la dueña de mi vida,
centro de llanto, risas y aventuras
que sí perdona, pero nunca olvida.
Y deseché mi orgullo arrepentida
de haber fallado el pacto tantas veces,
como una cobarde y una perdida;
porque al sentir que no te la mereces,
aunque te deje gravemente herida,
se jacta de importancia, así se crece.
MI CALLE
…Con las
horas frescas,
como un
hola.
Al que hay,
que dar la vuelta,
para saber
quien te lo dice.
Te cruzaste
y me sonreíste.
Tu, el tacto y la luna,
bajo el brazo.
Teniendo
aun por testigo,
la pupila
de la baldosa.
Que deja los calcetines
con colorines,
por pisarla.
Y se rehace
al estar suelta.
Fuiste de la lluvia,
jubilar pasaje
al peregrinar
de la corriente.
Que,
al frío viento
y dispersar
las huellas
del momento.
Abriste:
¡Hasta el amanecer!...
JOSE RAMON
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