…Tan íntimo
como siempre
me diste el adiós
contra la baldosa.
Mientras el pan
de este anhelo,
tuyo y nuestro.
Se derrama
en la bolsa
de mis penas,
como un perfume
del ascensor.
Encerrado a su pesar
y queriendo
al salir,
meterse ausentarte
conmigo.
Muy dentro:
¡de mi ya sin ti ¡…
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