…Le piso
y permanece
quieto lleno de encanto.
Aún es joven,
ha llegado
con el verano
que se fue.
Se llama Julio
es mi gatito:
negro, lleno de pelo,
con un don especial
para rascar el silencio.
Y aún después
de escribirle
todo esto,
nos seguimos mirando.
Sus ojos con los mios
ambar sobre verde,
con posesiva fijeza
que le da la fe
de saberse querido.
Y yo correspondido
regalándome su ronroneo,
de adoración perpetua…
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