El se ha escondido.
Un violín bohemio acompaña el ocaso.
El día rendido,
detiene su paso.
Se han parado las horas. Las sendas quedaron
desiertas.
Las puertas
de las casas tristes, se cerraron.
Una estática calma
Quedó en el ambiente suspendida.
Convida
a ese recreo místico del alma.
Ya caminan las horas. La noche, discreta,
avanza despacio.
Y un pájaro poeta
aún sueña sólo en el espacio
No hay comentarios:
Publicar un comentario