…la rosa blanca
resfriada
de la noche,
huyo como un timbrazo
tras la mirilla
y con la puerta
delante.
Mi ansia,
ansiaba retenerte.
Y yo sin saber
ni tan siquiera
corazón herido
en la esquela
del alma.
Te apenabas
al huir huyendo
ya de mi …
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